La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey de Mary Ann Shaffer
Ojalá hubiese conocido esa frase el día en que vi llegar a las tropas alemanas, un avión tras otro, todos llenos de soldados, y también bajándose de los barcos en el puerto. No hacía más que pensar: «Malditos sean, malditos sean». De haber conocido la frase de Shakespeare, «El luminoso día ha terminado, y estamos destinados a la oscuridad», habría encontrado un poco de consuelo y ánimo para salir y enfrentarme con las circunstancias, y no se me habría caído el alma a los pies.
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