Marta Sanz
En el fondo no estoy segura de decidir nada. Es la inercia. La fantasía de que de verdad elegimos y la culpa por no tomarnos con la debida seriedad los avisos de nuestro cuerpo. Como si pudiésemos para cuando nos diera la gana. Hasta de eso tenemos la culpa. Tenemos la culpa de todo.
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