El cielo según Google de Marta Carnicero
Si guardabas silencio y prestabas atención, casi podías sentir cómo se le escapaba la conciencia para refugiarse en algún lugar de su pasado más remoto. Mi madre se instalaba en la memoria como en una fonda antigua de provincias, y abandonaba su cuerpo a la intemperie, allí mismo, como un tronco muerto.
|