La filosofía del tocador - Colección Club Diógenes de Marqués de Sade
[...] a las personas nunca hay que amarlas más que por uno mismo; amarlas por ellas mismas no es más que un engaño; jamás estuvo en la naturaleza inspirar a los hombres otros impulsos, otros sentimientos que los que deben ser buenos para algo; nada es tan egoísta como la naturaleza [...]
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