Príncipe del mal de Mark Lawrence
-Asesinaste al hijo del conde de Renar bajo el amparo de la bandera de tregua -dijo. Cuando pronunció ciertas palabras surgió un tono algo cómico. Es lo que tiene eso de que se te rompa la nariz. -En efecto -afirmé-. No se me ocurre ninguna otra circunstancia en la que no hubiese hecho lo mismo. -Sostuve la mirada de Renton; tenía los ojos pequeños, entornados. No debía tener mucho éxito en la corte. En la escalera, cubierto de barro y sangre, me recordó al excremento de una rata-. Yo en tu lugar me preocuparía más por mi propio destino que por si Marclos fue asesinado según dictan los adecuados refinamientos sociales. |