La dama del paso de Marisa Sicilia
Solo porque el fuerte se imponía al débil, y la maldad y el dolor prevalecían sobre cualquier otra cosa, pero Derreck sabía algo más. Sentía la indefensión de aquella mujer y reconocía su miedo, y sabía lo vil y despreciable que era aquello. Lo vil y despreciable que él mismo podía llegar a ser.
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