De Lukov, con amor de Mariana Zapata
Pero si algo había aprendido en el último año y medio era lo duro que en verdad resultaba vivir con los errores propios. Había aprendido lo difícil que era encararlos y lo mucho más difícil que era aceptarlos. Todos hacíamos cosas de las que nos arrepentíamos, todos decíamos cosas de las que nos arrepentíamos y la culpabilidad constituía un peso aplastante en el alma. Yo quería ser mejor persona. Por mí. Por nadie más.
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