Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enríquez
"La chica, que era de nuestra edad y tenía el pelo atado en una cola de caballo, lo miró como una bruja, como una asesina, como si tuviera poderes. El chofer la dejó bajar y ella corrió hacia los árboles; desapareció en una nube de tierra cuando el ómnibus volvió a arrancar." (Los años intoxicados. Pág.53).
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