La biblioteca de fuego de María Zaragoza
La convicción de que estábamos luchando por salvar algo importante me levantaba cada día y me empujaba a la biblioteca para remar contra el miedo. Sentía que, sin nuestros esfuerzos, el futuro del país entero estaría vendido, ganase quien ganase, pues habría perdido su pasado, su historia, su cultura, su identidad, su memoria.
|