Ellas mismas. mujeres que han hecho historia contra viento y marea de María Teresa Álvarez
Doña Ana de Mendoza permaneció encerrada entre cuatro paredes. Jamás accedió a solicitar el perdón real. Se dice que repetía una y otra vez: El rey sabe bien la verdad que no debe pedir testigos sino a sí mismo.(...) No mendigaré justicia como culpada y delincuente eso no, que no he hecho por qué ni conoceré jamás culpa. |