Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar
Me complací en hacer y rehacer el retrato de un hombre que casi llegó a la sabiduría. * Tan sólo otra figura histórica me ha tentado con una insistencia similar. Omar Khayam, poeta astrónomo. Pero la vida de Khayam es la del contemplador, la del contemplador puro: el mundo de la acción le fue ajeno por completo. Por lo demás, no conozco Persia ni su lengua. * Imposibilidad, también, de tomar como figura central un personaje femenino; de elegir, por ejemplo, como eje de mi relato, a Plotina en lugar de Adriano. La vida de las mujeres es más limitada, o demasiado secreta. Basta con que una mujer cuente sobre sí misma para que de inmediato se le reproche que ya no sea mujer. Y ya bastante difícil es poner alguna verdad en boca de un hombre. |