Meditaciones de Marco Aurelio
¡Ultrájate, ultrájate a ti misma, alma mía! Y no encontrarás luego la ocasión de adquirirte el honor que a ti misma debes. Breve es la vida de todos. La tuya se te pasó casi toda, y no te aprecias cuando, por el contrario, mides tu felicidad por lo que acontece en las almas ajenas.
|