En busca del tiempo perdido 1. Por el camino de Swann de Marcel Proust
Y, enjugando mis lágrimas, les prometí (a los espinos), cuando fuera mayor, no imitar la vida insensata del resto de los hombres, y al llegar los días de primavera, incluso en París, en lugar de hacer visitas y escuchar tonterías, salir al campo para ver los primeros espinos
|