A la sombra de las muchachas en flor de Marcel Proust
Mi padre nos propuso dejarnos a mi abuela y a mi en el teatro. Lo senti en la placita que precedia al teatro y cuyos desnudos castaños iban a brillar, unas horas después, con reflejos metálicos en cuanto los faroles de gas encendido iluminaran los detalles de su ramajes.
|