Un amor de Swann de Marcel Proust
Y si lo fueses, ¿cómo se te podría amar si ni siquiera eres una persona, una criatura definida, imperfecta sí, pero al menos perfectible? Eres un agua informe que corre según la pendiente que le ofrecen, un pez sin memoria ni capacidad de reflexión que, mientras viva en su acuario, chocará cien veces al día contra el cristal, que seguirá tomando por agua.
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