Museo de la Novela de la Eterna de Macedonio Fernández
Evanescente caballero, señor del Olvido. Cuando, más que el rumor de tus pasos -el silencio que pasa sobre tu figura caminante- la indiferencia de todos adelante en el vacío tu soledad y te detengas a un reposo, esta carta puede que te alcance, y creerás entonces sentir distante el golpear de otro paso abrumado, comenzando el camino que seguirte, empezando la lección de tristeza que sufriste. [...] |