La luz entre los océanos de M.L. Stedman
Una vez que un niño entra en tu corazón, ya no existe ni bien ni mal. Ella sabía de mujeres que habían tenido hijos cuyos padres eran maridos a los que ellas detestaban, o incluso algo peor, hombres que las habían forzado. Y esas mujeres amaban a sus hijos con todo su corazón, al mismo tiempo que odiaban al bruto que los había engendrado.
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