Todos somos villanos de M.L. RIO
Interpretamos personajes solo en un cincuenta por ciento. El resto somos nosotros y nosotros tememos mostrar a la gente quiénes somos realmente. Tenemos miedo de parecer ridículos si revelamos la fuerza completa de nuestras emociones. Pero en el mundo de Shakespeare, la pasión es irresistible, no abochornante
|