Aguacates en el búnker de M. Markusen
—¿Caníbales? —pregunta Jazz. —Seguramente, sí —confirma Toni. —¡Qué horror! Un señor comiéndose a otro —comenta Merche—. O una señora. No quisiera parecer insensible. Todos somos iguales en la bondad, la maldad y el canibalismo
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