Luna Miguel
En las luchas vence siempre el que sabe esperar. El tiempo deja caer las cosas en su sitio. El que es intransigente ni conoce la vida, ni conoce a sus semejantes. |
Luna Miguel
En las luchas vence siempre el que sabe esperar. El tiempo deja caer las cosas en su sitio. El que es intransigente ni conoce la vida, ni conoce a sus semejantes. |
El coloquio de las perras de Luna Miguel
Agustina fue precursora de las viviendas de protección oficial,de la escritura abreviada que utilizamos hoy en nuestros mensajes de texto o de las uniones homosexuales.
|
El coloquio de las perras de Luna Miguel
"Miro los libros acumulados sobre el escritorio durante estos días de verano en los que me dispongo a cerrar El coloquio de las perras y de pronto entiendo el vínculo. Un pálpito. Solo un pálpito de comprender al fin la necesidad femenina de escribir nuestros nombres."
|
Luna Miguel
"Miro los libros acumulados sobre el escritorio durante estos días de verano en los que me dispongo a cerrar "El coloquio de las perras" y de pronto entiendo el vínculo. Un pálpito. Solo un pálpito de comprender al fin la necesidad femenina de escribir nuestros nombres."
|
El funeral de Lolita de Luna Miguel
Si los humanos éramos capaces de pasar horas buscando un Airbnb que cumpliera las expectativas estéticas de nuestras redes sociales, ¿por qué luego dejábamos a nuestros muertos en escenarios tan feos?
|
El funeral de Lolita de Luna Miguel
Si tuviera una cuerda en la tripa, al menos podría tirar de ella para escapar a algún lugar lejano, o quizá podría deslizarse hacia dentro de sí misma y quedarse ahí escondida, a oscuras entre las vísceras, calentita y tranquila.
|
El funeral de Lolita de Luna Miguel
La gente solía describirlo como un nudo en el estómago. Para Helena era una mala metáfora. Si tuviera una cuerda en la tripa, al menos podría tirar de ella para escapar a algún lugar lejano, o quizá deslizarse hacia dentro de sí misma y quedarse ahí escondida, a oscuras entre las vísceras, calentita y tranquila. Pero no estaba tranquila: aquello en su estómago aleteaba como una polilla alrededor de un fluorescente. Algo así coo el primer rugido del hambre. Como el estruendo del camión de la basura al irrumpir en la madrugada en una calle estrecha.
|
¿Por que decidió irse al internado Miles?