Azul serenidad o la muerte de los seres queridos de Luis Mateo Díez
Aceptar lo sucedido es la parte del trance que abre un primer movimiento de comprensión. La muerte no se entiende porque la vida es lo único que tenemos, no existe otra propiedad en la naturaleza de lo que somos. Y tampoco la vida se entiende, pero se tiene y se siente, al menos como el misterioso fluido que cada mañana nos hace abrir los ojos. |