vamos a tocar el agua de Luis Chaves
Uno pestañea y pasan seis meses, pestañea de nuevo y ya hay que volver. Eso se dice como convención, pero no nos engañemos, no es así. No es así para nada. Mejor dicho, es todo lo contrario. Pasan muchísimas cosas en un año. Todo es cuestión del lugar desde donde se mire. Me refiero a las cosas pequeñas, a lo lateral, a los caminos tributarios. En mi caso, en el caso de estos capítulos, los eventos que llenan las páginas de cualquier diario privado, de toda colección de fotografías, de toda banda sonora mental, los olores, lo que de forma inmediata se convierte en materia casi endoplasmática, los recuerdos, los activos intangibles que van completando eso que queda dentro del paréntesis de lo que luego llamamos "una vida".
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