Y retirarme para siempre de la realidad de Luis A. D. Mirado
Y, de pronto, la frescura y la espontaneidad, a las que tanta importancia daba yo en mi vida, decidieron darme una fiesta sorpresa, como agradecimiento y aparte de bailes y canciones me ofrecieron este párrafo histórico que hice mío: —Hay que celebrarlo todo.
|