Colección: Ana, la de tejas verdes. de Lucy Maud Montgomery
Ana se dirigía a la Ladera del Huerto cuando se encontró con Diana, que corría hacia Tejas Verdes, justo donde el viejo puente de tablones llenos de musgo cruzaba el arroyo detrás del Bosque Embrujado. Ambas se sentaron a orillas de la Burbuja de la Dríada, donde los menudos abetos se desplegaban como si fueran hadas diminutas con cabellos verdes y rizados que despertaban de una siesta. —Justo venía para invitarte a mi cumpleaños el sábado próximo —dijo Ana. —¿Tu cumpleaños? ¡Pero si fue en marzo! —Eso no es culpa mía. —Se rio Ana—. Si mis padres me hubieran preguntado, nunca hubiera ocurrido en esa fecha. Yo habría elegido nacer en primavera, por supuesto.
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