La joven del acantilado de Lucinda Riley
Sin embargo, los humanos no solemos volver la vista atrás hasta que cometemos los mismos errores del pasado. Pero tampoco entonces les prestamos mucha atención, puesto que quien los cometen son demasiado mayores para que los más jóvenes comprendan. Por eso la raza humana seguirá equivocándose por los siglos de los siglos, y, no obstante, seguirá conservando todo su encanto.
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