El misterio Bartlett de Louis Tracy
El consuelo no sirvió de mucho, pero las preguntas sí. Pues, si a uno se le interroga insistentemente, terminará por responder alguna cosa tarde o temprano, el esfuerzo de la mente por responder rompe el hilo de la pena y, así, los asuntos cotidianos actúan como una medicina para la tragedia
|