Unidos por un ángel de Lorraine Cocó
No había vuelto a casa por la comodidad de su hogar, el se alojaba en hoteles de lujo. Había vuelto a casa porque no había podido quitarse a Julia de la cabeza ni un solo momento. Desde que la besó la tarde anterior en el despacho, el sabor de sus labios, el tacto de su suave piel, el aroma a flores silvestres que desprendía... Todo, todo de ella, parecía haberlo embrujado hasta el punto de volverlo casi loco. |