La isla de las mujeres del mar de Lisa See
Por muy estúpido y perezoso que sea un hombre, siempre sale ganando. Él no tiene que supervisar toda una familia. No tiene que lavar la ropa, organizar la casa, vigilar a los ancianos ni ocuparse de que los niños tengan algo que comer y una esterilla donde dormir. No tiene que cansarse trabajando en los campos de mar adentro ni en los de tierra adentro. Sus únicas obligaciones son cuidar de los bebés y cocinar un poco. -En otros lugares, lo llamarían "esposa"- (sociedad matrifocal)
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