Mi bella desconocida de Lisa Kleypas
(…) Giró la cabeza y contempló el nítido perfil del hombre que estaba a su lado. Lord Savage, su esposo. Si ella se lo permitía, él dominaría su vida. La mantendría a salvo, cobijada, y la inundaría de suficiente lujo como para que a ella ya no le importase estar encerrada en una jaula de oro. Sin embargo, ella no estaba dispuesta a permitir que nadie la poseyera. Había pasado la mayor parte de su vida bajo la planta de su padre, y ya estaba harta. No se quedaría a la sombra de un marido como había hecho su madre. Reservaría con esmero esa parte de ella que se había esforzado por nutrir y proteger; eso significaba que cualquier tipo de relación con Damon era imposible. |