Sueno Contigo de Lisa Kleypas
Derek las mantuvo fuera de su alcance mientras miraba su rostro descubierto. Eso era lo que había estado ocultando bajo aquel disfraz de solterona: una piel pálida y luminosa, una boca sorprendentemente carnosa, una naricilla coqueta con las marcas de las gafas en el delicado puente. Unos ojos azules de ángel, puros y seductores, enmarcados en unas cejas curvas y oscuras. Era bonita. Podría haberla devorado en unos pocos bocados, como a una perfumada manzana roja. Deseaba tocarla, llevarla a algún lugar y apretarla bajo él como si, de alguna forma, pudiera borrar una vida de pecados y vergüenza en la dulzura de su cuerpo.
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