UN EXTRAÑO EN MIS BRAZOS de Lisa Kleypas
(…) Te aburrirás de este lugar, de la gente, y de mí, como sucedió antes. «Te querré siempre», dijo una vocecilla inoportuna y anhelante desde el interior de Hunter, con tal insistencia que logró sobresaltarlo. Quería todo lo que lo rodeaba… La quería a ella. Ocuparía el lugar que allí le correspondía y lucharía hasta el último aliento por lograrlo. —Créeme— dijo con voz grave—, podría pasar diez mil noches en tus brazos sin aburrirme nunca. |