Ángel o demonio de Lisa Kleypas
(…) Hacía años que él no lloraba. Nada podía atravesar la coraza protectora con la que él rodeaba su corazón. Pero Vivien, con su atribulada belleza y su inesperada dulzura, lo había afectado hasta un punto que él no hubiese creído posible. No pudo ignorar la vibración de una cuerda de placer elemental viéndola a ella en su casa… en su cama. |