Ángel o demonio de Lisa Kleypas
(…) Acomodó con delicadeza el paño sobre la frente de la mujer. Acarició la curva de la mejilla con la punta de un dedo y su garganta emitió un sonido que manifestaba una torva diversión. —Juré que lamentarías el día en que te burlaste de mí, Vivien —murmuró—. La oportunidad ha llegado muchísimo antes de lo que yo esperaba. |