El cielo de medianoche de Lily Brooks-Dalton
Sin embargo, ahí estaba a sus setenta y ocho años, en la región más elevada del archipiélago Ártico, en los confines de la civilización. Y, consciente de haber alcanzado la estación final de la obra de su vida, lo único que podía hacer era contemplar el rostro desolador de su propia ignorancia.
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