El Lamento de la Sirena de Libertad Delgado
Pese a saberse enferma y con las lunas contadas si fracasaba en su empresa, Alura se dio cuenta de que no estaba lista para morir. Todavía no. Sus hermanas la necesitaban. Era joven, le faltaba demasiada vida. No había conocido el amor, no tenía historias apasionantes que contar ni había construido nada digno de mención. En su interior aún había un vacío que necesitaba llenar, aunque no supiera con qué.
|