El diván de Becca de Lena Valenti
A veces, un suceso puede cambiarnos la vida en un abrir y cerrar de ojos, sin que nos demos cuenta. Remueve algo en nosotros de lo que no somos activamente conscientes, y esa inquietud se afianza en nuestro interior, hasta que un día explota en forma de ataque de pánico, y nos damos cuenta de que somos vulnerables, y no las rocas que creíamos ser. No somos inmortales, ni estamos hechos de hierro. Somos humanos, seres imperfectos con paranoias y pensamientos que no podemos controlar. Y cuando entendamos que podemos temer, llorar y sufrir, sin que eso sea necesariamente negativo, dejaremos de presionarnos a nosotros mismos, y empezaremos a querernos un poco más.
|