Apropiación indebida de Lena Andersson
La fortaleza y la habilidad inspiran admiración, pero no amor. Lo que infunde amor es la fragilidad humana, las grietas que llevamos dentro. Pero la fragilidad por sí sola no basta, debe completarse con autonomía y una cierta capacidad de reflexión crítica sobre uno mismo. Las grietas despiertan ternura, pero tarde o temprano aquello que produce ternura acaba engendrando agresividad. La menesterosidad pura es, a causa de su impotencia, tan imposible de amar como la fuerza bruta.
|