![]() |
Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
Cuando nuestros dedos se encontraron, oí un sollozo y me di cuenta de que estaba llorando. Lloraba de alivio porque no tendría que vivir con la carga de su muerte. Pero, en mi gratitud, sentí una reluciente espina de resentimiento. Lloraba de rabia porque tendría que vivir.
|