Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
—Te he querido toda mi vida —susurré entre las lágrimas—. Nuestra historia no tiene fin. Retrocedí, memorizando cada facción de su rostro. Después me giré y avancé por el pasillo con paso seguro. Mal tendría una vida. Encontraría su propósito. Yo tenía que buscar el mío. |