Lauren Oliver
A medida que el sonido de los gritos se hace más fuerte y que el ruido de las armas y de las pisadas de botas se convierte en un ritmo regular y pesado, me encuentro imaginando que nosotros también nos desvanecemos; todos nosotros, todos los inválidos, la gente a la que se ha empujado por todos los medios para echarla de la sociedad, todos desaparecemos como por ensalmo y, al despertar, nos encontramos en un lugar distinto.
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