Lauren Oliver
No puedo acercarme con suficiente rapidez. Casi me abalanzo sobre él. Me atrapa y me abraza fuerte contra su pecho y yo me dejo ir de nuevo, dejo que me recorran los sollozos. Él se queda allí conmigo y me susurra, hablándole a mi pelo, y me besa la coronilla y me permite llorar por la pérdida de otro chico, uno al que amaba más.
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