Lauren Oliver
-Ah- dice Álex-, eres tú. Esas son las primeras palabras que me dirige en cuatro días Hay miles de cosas que deseo decirle: Por favor, compréndelo. Perdóname, te lo ruego. Recé cada día para que estuvieras vivo, hasta quela esperanza se volvió borrosa. No me odies. Aún te quiero Pero todo lo que me sale es:: -No podía dormir. |