Princesa de cenizas de Laura Sebastian
—Pero mientas la corona de mi madre estaba forjada en oro negro y adornada con rubíes, la que me envía el káiser está hecha de cenizas. En cuanto está en su lugar empieza a deshacerse y se desmiga sobre mi pelo, mi piel y mi vestido. A mi madre la conocían como la reina de Fuego, regia y poderosa. Yo, en cambio, soy la princesa de Cenizas, un chiste de carne y hueso. |