MI BESTIA: LOS OCULTOS II de Laura Nuño
No tiene que tener miedo. Yo puedo ayudarle. Sin querer se me escapó una carcajada. ¿Yo? ¿Miedo? ¿Ayudarme? Colgué, a la vez que movía la cabeza de un lado a otro. Y sonreí. Vaya, me sentí divertido. Y eso, amigos, era muy, pero que muy raro. Sin pensármelo dos veces, volví a marear. |