Desearte de Laura Cámara
Se acepta que existe la construcción social de género que marca y encasilla los comportamientos sexuales (y no sexuales) de las personas, obligándolas a comportarse socialmente de una determinada manera para encajar en lo que sería sexualidad femenina o masculina. Es precisamente esta construcción social la que pone a unos bajo los otros, porque a pesar de que estas diferencias no son biológicas, sino sociales, se sigue poniendo a la sexualidad masculina como el ejemplo de la normalidad. El feminismo ha instado a que en la sexualidad femenina acontezca un cambio importante, fruto precisamente de esta lucha que aboga por la igualdad de sexos y la abolición de las diferencias y discriminación entre ellos en función de la construcción social del género.
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