Hija del dragón de Kiersten White
-¡Tú!- Vlad señaló a Lada-. Sal. Ahora mismo. La niña obedeció, sin apartar la vista de la puerta por donde había marchado Vasilossa. -Soy tu padre, pero esa mujer no es tu madre. Tu madre es Valaquia. Tu madre es la tierra a al que estamos a punto de ir, y de la que soy yo el príncipe ¿Me has entendido? Lada miró a los ojos a su padre, unos ojos hundidos, que levaban grabados muchos años de astucia y crueldad. Luego asintió y tendió la mano. -La hija de Valaquia quiere que le devuelvas su cuchillo. |