Mil latidos del corazón de Kiera Cass
Tenía que admitir que era bella. Annika era bella del mismo modo que lo es una puesta de sol: tan impresionante que solo puedes contemplarla una vez al día.
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Mil latidos del corazón de Kiera Cass
Tenía que admitir que era bella. Annika era bella del mismo modo que lo es una puesta de sol: tan impresionante que solo puedes contemplarla una vez al día.
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