Nicole en el espejo de Kate Danon
Ella me miró y asomó a sus labios una cariñosa sonrisa. Puso su mano abierta sobre el espejo y yo la toqué con la mía. —No tienes la culpa de esto, Nicole. No tienes la culpa de nada, en realidad. Averiguaré qué es lo que te pasó y, si hay algún responsable de tu muerte, conseguiré que pague por ello. Siempre me había considerado la más valiente de las dos, pero, al ver la determinación que brillaba en los ojos de mi hermana, supe que toda mi vida había estado equivocada. |