La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
La cuestión sobre la felicidad es banal, pero no lo es la siguiente pregunta, la que trata del sentido. Se me saltan las lágrimas cuando veo una hermosa pintura, pero no cuando miro a mis hijos. Eso no significa que no los quiera, porque sí los quiero, con todo mi corazón, sólo significa que el sentido que proporcionan no puede llenar una vida. Pág. 47 |