La guerra de las salamandras de Karel Capek
[...] lo único sé es que no debería haber tiroteos entre salamandras y humanos. ¡Eso no está bien! ¡No está nada nada bien! —Quizás las salamandras solo se estaban defendiendo—apuntó la señora Povondra. —Justamente es eso lo que me preocupa— farfulló como para sí mismo el señor Povondra. Como esas bestias empiecen a defenderse, entonces sí que se va a armar una buena. |